Hoy os hablaré solo de aquellas cosas que me apasionan, que considero mi inspiración. Podría ser una lista interminable, pero escribiré las 10 cosas que ahora mismo quiera soltar mi inconsciente. La inspiración es aquello que te da un motivo para seguir profundizando en tu Ser, así lo veo.
- La confianza, complicidad y apoyo que me da mi hermano mayor.
- El ver como hay personas que «caducan» en mi entorno o yo caduco en el suyo. Todo es un avance, dejamos de vibrar en la misma sintonía o simplemente no es el momento de aportarnos nada más, por ahora. Esto es algo que me maravilla.
- Buscar el lado positivo de cualquier situación, por dura que sea. Entiendo que aquí he desarrollado sangre caliente y corazón frío, a veces.
- Ver el círculo que contiene un cubo.
- Mirar con los ojos de «lo que no se ve».
- No esperar. «El que espera, desespera». No esperar nada de nadie, no poner expectativas, dejar fluir. Puede que tú lo hayas dado todo por una persona que «según tú» debería haber estado a tu lado cuando lo necesitaste. Estás tan cegado de enojo que no ves, no ves aquellas otras 5, 6 incluso 8 personas que han aparecido «aún no sabes de donde» dispuestas a apoyarte en lo que necesitas. El Universo es así, tu das sin pensar en recibir, das desde el corazón, desde la bondad. ¿Y qué sucede? Que recibes desde donde menos te lo esperas.
- La paciencia. Sí, extraño en mí pero no tuve más remedio que ser paciente, en todas las situaciones y aspectos de la vida. La paciencia es la madre de la ciencia, dicen. Puede que hoy me haya sucedido alguna situación que en principio siento injusta, dolorosa, etc. ¡Paciencia! Hoy quizás no lo entienda, pero estoy segura de que el tiempo me hará comprender el equilibrio de la situación.
- Leer lo que no me expresas pero tu alma grita. Es curioso como nos comunicamos a través de los gestos, postura, afirmaciones, negaciones, a través de los ojos.
- Una conversación con una persona de la tercera edad. Ver el motivo de su sufrimiento o su alegría o sus necesidades. Siempre me hacen tomar conciencia de aspectos que ignoraba completamente.
- Escuchar. Dejar hablar y simplemente escuchar y observar. A las personas, el mar, el atardecer, la portada del libro que está leyendo una señora que va en mi mismo vagón del metro y que yo no hubiera comprado nunca. Un gesto, una canción, una mirada. Escucharlo todo.