Una de las preguntas habituales que me hacen en las consultas es: ¿Que es el Karma en realidad? ¿Cómo sé si estoy creando más karma? Bien, comenzaremos por definir el karma de forma sencilla.
El Karma es la energía de desorden que hemos creado en nuestro entorno, encarnación tras encarnación. Toda elección que hemos hecho a través del dolor, es decir, la envidia, los celos, la desconfianza, el odio, la amargura, el resentimiento, la venganza, la rabia, etc. Todas las acciones que hemos decidido a través de estas energías de baja vibración, han creado desorden en nuestro entorno y ésto es lo que se ha ido grabando en nuestro interior, en nuestra energía y lo que hemos de estar dispuestos a limpiar y poner orden.
Podemos clasificar el karma en tres tipos: El karma familiar, el karma de nuestra rueda de encarnaciones y el karma de esta encarnación.
El karma heredado, es karma de nuestro clan familiar, heredado generación tras generación. Podemos ordenar el karma heredado y romper viejos patrones de nuestro clan familiar para así, no pasarlos a nuestros descendientes.
El karma de la rueda de encarnaciones es el karma que hemos ido acumulando en otras encarnaciones a través de nuestras elecciones.
El karma que hemos creado en esta encarnación y que tarde o temprano también hemos de arreglar. Conocer experiencias de nuestro pasado, hacerlas presentes y liberarnos de esa carga es hoy en día un regalo divino que nos conecta con nuestra propia realidad interior, con la esencia de nuestro Ser. Así como nos da la oportunidad de ir desmontando conflictos internos poco a poco.
¿Como sé si estoy creando más karma?
Aquí te planteo que te hagas una pregunta sencilla: ¿con qué intención tomas las decisiones? ¿qué resultado esperas? ¿lo eliges desde el amor y la bondad?
Cierto es que, a veces, tomamos decisiones desde el amor y el resultado es dañino en nuestro entorno porque no habíamos tenido en cuenta distintas cuestiones. En estos casos, no estás creando más karma, ya que no eras consciente de que algo faltaba ni estabas actuando desde el rencor, ni la ira, ni el odio.
Todas nuestras acciones tienen una o varias reacciones, así como una o varias consecuencias. Por esto, es importante fijarnos en que energía estamos vibrando antes de tomar una decisión. Si no tienes una energía alta, relájate, haz una meditación, una sesión de reiki o permítete un día de relax, playa, montaña…centra tu energía para poder tomar las decisiones sin interferencias, con la claridad de tu bondad.
Aún así, puede que sientas culpa pero ese es otro tema que siempre podrás trabajar.
El trabajo de Sanación kármica hoy en día es de gran profundidad para aquellas personas que están dispuestas a “mirarse en el espejo del Alma” para remover, liberar y sanar los Acuerdos y Contratos Álmicos, muchas veces alojados en nuestra memoria celular, revisar las situaciones kármicas y conocer el propósito de nuestra vida para nuestro Mayor Bien y el de todos los que nos rodean.